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Cuando parecía que Nigeria tenía el partido en la bolsa debido al aletargo de los griegos, la selección Helénica volvió de atrás para vencer a las Águilas Negras 2 goles por 1 en el estadio Free State de la ciudad de Bloemfontein.

Desde el punto de vista emotivo, el duelo tuvo prácticamente todos los condimentos que un encuentro mundialista puede entregar. En el comienzo, los griegos ejercieron una asfixiante presión sobre los nigerianos, logrando por momentos reducir a sus dinámicos mediocampistas a su mínima expresión.

Sin embargo, al minuto 16 llegó la ventaja para las Águilas, tan sólo tres minutos después de Konstantinos Katsouranis probara suerte casi desde mitad de cancha, obligando a Vincent Enyeama a retroceder rápidamente hasta su meta para contener el balón, Nigeria encontró la apertura del marcador. El autor fue Kalu Uche, quien vio como su centro frontal de un balón parado se transformaba en gol con algo de fortuna.


La tarde pintaba mal para Grecia, pero la expulsión de Sani Kaita al promediar la etapa cambiaría el panorama. Rápido de reflejos, Otto Rehhagel sacó a un defensor y puso a un extremo, Georgios Samaras, y de a poco los helenos fueron llevando a Nigeria contra su arco. Tras merodear varias veces la igualdad, a nadie extrañó que Dimitrios Salpingidis se diera el gusto de marcar el primer tanto de su selección en un Mundial con un remate desde la puerta del área mayor. Esto al minuto 44.

Si el primer tiempo había sido entretenido, el segundo lo fue más aún. Grecia mantuvo su vocación ofensiva pero chocó una y otra vez con Enyeama, quien realizó no menos de tres atajadas espectaculares. La mejor de ella fue los 59 ante un remate a quemarropa de Georgios Karagounis que, de hecho, originó un contragolpe muy claro a favor Nigeria, desperdiciado increíblemente por Chinedu Ogbuke Obasi.

La insistencia de los helenos, paradójicamente, tuvo su premio en el minuto 71, cuando Enyeama no pudo rechazar con firmeza un disparo largo de Alexandros Tziolis y Vasileios Torosidis, con un toque corto, envió el rebote del arquero al fondo de las mallas. 2-1 ya ganaban los Griegos.


Nigeria no se entregó, pero en inferioridad numérica, careció de profundidad para arrimar peligro genuino contra el área rival. Probó con centros cruzados y algunos remates de media distancia, pero jamás puso en serios aprietos al seguro Alexandros Tzorvas. Si la victoria griega no fue amplia se debió pura y exclusivamente a Enyeama, elegido a la postre el Jugador Budweiser del Partido.

De esta manera, Grecia no sólo se apuntó su primer triunfo en un Mundial, sino que está otra vez en carrera por un lugar en la próxima fase, el que deberá sellar el próximo martes 22 ante Argentina ente Polokwane. Nigeria, en cambio, necesitará ese mismo día vencer sí o sí a la República de Corea en Durban y esperar que el resultado del otro partido la ayude.

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